"Voy a escribir para relajarme. Mi corazón está un poco cansado. Anecdotario. Hola, antes de iniciar en la docencia, viajé durante 5 años a Ojo de Agua para dar clases de arte. En Ojo de Agua, viajaba los fines de semana y me encantaba llegar y ver cómo los niños corrían para saludarme; era muy emocionante ver todas esas caritas. En ese tiempo, también yo pintaba para el mundo y escribía algún que otro poema. Además, hacía arte postal, me gustaba conocer muchos artistas del mundo y sus diferentes culturas, entre amistades postales. Entonces, un día recibí una invitación para mis alumnos del taller de arte de mi amigo Adnan, quien me invitó a un concurso. Me encantó, era muy interesante; era el festejo de las bodas de la princesa de Hungría, un concurso de dibujo en el cual decidimos participar desde esta porción del mundo tan lejana y tan curiosa. Los dibujos fueron hermosos, aunque siento que todos lo son... Un día llegó una carta al taller, un sobre grande y pesado de ese lugar lejano llamado Hungría. Ese día recibieron la noticia de que fueron seleccionados con el primer y el segundo premio en el concurso de la boda de la princesa. Los diplomas que llegaron estaban envueltos en carpetas de cuero y selladas finamente trabajadas. La emoción se fue en el abrazo; siempre pensé que nada está lejos, ni las princesas ni los castillos. El tiempo me enseñó que el arte te lleva a lugares inesperados; solo hace falta acercarnos a aquello que parece lejano. Las obras dieron vuelta por las galerías cosmopolitas. Seguro que estos hermanitos pintores guardarán en la memoria algún... algún día yo soñé con castillos y princesas."